Queridos
hijos e hijas de la Luz, a pesar de que estéis diseminadas hacia los cuatro
puntos cardinales del globo, ahora haréis una reconexión unos con otros, la
cual permanecerá intacta por un tiempo sin medida. Hace muchos siglos todos
vosotros acordasteis reuniros en este tiempo crítico en la historia y evolución
de la Tierra. Todos lleváis con vosotros una parte integral del Plan Divino. A
vuestra propia manera a través de vuestros esfuerzos especiales, sois vosotros
quienes seréis los catalizadores para el despertar de las masas. Vosotros, los
benditos servidores de la Luz, sois los que portaréis los nuevos patrones de
frecuencia que se están anclando en la Tierra. Sois vosotros quienes recibiréis
las visiones, las pautas, las fórmulas para la transformación y los
ingredientes necesarios para hacer el cambio graciosamente desde un mundo de la
tercera dimensión limitado y oscuro hacia una estrella planetaria radiante
llena de belleza, amor, risas y una humanidad iluminada.
Como
parte de vuestra continua participación en este esfuerzo os pido que vengáis
juntos en el etéreo cada mes durante el tiempo de la luna llena. En el momento
del amanecer y del atardecer en el día de la luna llena, dondequiera que os encontréis
,os pido que os mováis dentro de vuestro espacio sagrado y pidáis a vuestra
divina presencia YO SOY, que derrame sobre vosotros las energías sanadoras y
transformadoras del séptimo Rayo, y que os activen y llenen con los regalos de
los cinco Rayos de consciencia Galáctica más elevados. Es importante que participéis
en esta ceremonia con la más clara intención y el amor más puro por toda la
Creación. Al ir el sol y la luna elevándose en el horizonte y derramando sus
rayos dadores de vida sobre la Madre Tierra, y al ir los Rayos de Luz tocándoos
y bañándoos a través de vuestro sistema de Chakras, os traerán una gran
infusión del Divino Rayo de la Primera Causa del Creador, las energías que
lleváis con vosotros, los códigos perfectos y la resonancia de poder, voluntad,
valor y verdad. El sol porta las energías masculinas del Creador y la luna las
energías femeninas de la Madre Divina. Permitid que vuestro propio Yo Divino
dirija vuestra ceremonia, pero debe de incluir esos componentes: Reconocimiento
y petición a nuestro amado Padre-Madre Creadora todas las fuerzas angélicas, los
grandes Seres de Luz, los maestros ascendidos, el Elimy particularmente el
Elohim que son directores del Reino elemental, la compañía completa del Cielo y
la Tierra, que se unan a nosotros en esta empresa auspiciosa: la asunción del
planeta tierra y la humanidad.
Poneos de
cara al Sur, l Oeste, al Norte y finalmente al Este,y permitid que los rayos
del Sol y/o de la Luna penetren en vuestro sistema de chakras. Visualizad
vuestro tubo pánico de Luz iluminado por un rayo de luz blanca-dorada desde la
fuente del Creador que va penetrando profundamente dentro del centro cristalino
de la Tierra. Respirad profunda y rítmicamente el Prana de Vida y sentid un
vértice de energía que se construye dentro de vuestro cuerpo. Sentid que una
fuerza comienza a construirse, un remolino de Poder Divino. Centrad vuestra
conciencia en vuestro corazón y sentid que el amor por toda la creación
comienza a impregnar vuestro ser hacia el nivel central mientras construís este
vórtice de energía cósmica dentro de vosotros. Visualizad este remolino lleno de
la mágica Llama Violeta y un rayo de color magenta, otro de azul eléctrico y un
núcleo blanco luminoso. Ahora sois un pilar de Luz, radiando la pura Esencia de
la Fuerza de Vida Cósmica.
Moved
vuestra consciencia hacia el Tercer ojo y entonces, como os he enseñado, moved
vuestro enfoque hacia el centro de vuestro cerebro. Encenderéis las llaves y
códigos que lleváis dentro, os cuales son vuestro regalo y contribución hacia
el plan maestro. Irradiad un rayo de luz desde vuestro plexo solar y desde
vuestro tercer ojo y visualizadlos con vuestra visión interna formando una “V”
hasta que estén juntos ante vosotros ,aproximadamente un metro arriba del
suelo. Observad con los ojos de vuestra mente mientras esas energías se
encienden y diseminan alrededor del globo, conectando con aquellas de vuestros
hermanos y hermanas espirituales. Sostened la visión y enfoque hasta que oigáis
dentro del centro de vuestro corazón:“Está hecho. Está hecho”
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