viernes, 12 de octubre de 2012

El experimento de Pavlov


Ivan Pavlov fue un famoso científico ruso que ganó el premio Nobel de fisiología y medicina. Como se podrá deducir, la psicología no era una rama que despertara mucho su interés, pero sus aportaciones fueron clave para esta disciplina. Sobre todo es conocido por formular la ley del reflejo condicional que, por un error en la traducción de su obra al inglés, fue llamada “ley del reflejo condicionado” (la cual desarrolló entre 1890 y 1900). Las observaciones originales de Pavlov eran simples: si se ponen alimentos en la boca de perros hambrientos, éstos empiezan a segregar saliva procedente de determinadas glándulas (lo que llamó el “reflejo de salivación”). Sin embargo, observaron que los animales que utilizaban en sus experimentos también salivaban cuando la comida todavía no había llegado a la boca, esto es, cuando la comida era simplemente vista u olida, obteniéndose una respuesta semejante. Incluso observaron que la salivación de los perros se producía ante la presencia de los propios experimentadores y luego determinaron que podía ser resultado de una actividad psicológica. Entonces realizó el conocido experimento consistente en hacer sonar un metrónomo justo antes de alimentar a a los perros, de manera que, tras varios ensayos repetidos, comprobaron que los perros comenzaban a salivar nada más presentarse el estímulo (que previamente era neutro y que pasó a ser condicionado). En conclusión, el perro salivaba ante la mera presencia del estímulo que sistemáticamente anunciara la comida. Dicho de otra forma, Pavlov fue emparejando estímulos inicialmente neutros (pues además del metrónomo utilizó otros estímulos como una campana, música, luces, etc.) con la llegada de la comida. Teniendo en cuenta que los perros salivan de forma natural al entrar en contacto con el alimento, Pavlov comprobó que después de mostrar algunas veces el alimento asociado al estímulo neutro, el perro salivaba cuando éste se presentaba, a pesar de no ver ni oler el alimento. En definitiva, el perro había sido condicionado de tal forma que ahora respondía a un estímulo que antes no provocaba en él dicha respuesta. Esto llevó a Pavlov a desarrollar un método experimental para estudiar la adquisición de nuevas asociaciones entre estímulo-respuesta. Indudablemente, las que había observado en sus perros no podían ser innatas o naturales de esta clase de animal, por lo que concluyó que debían ser aprendidas (condicionadas).


Por lo que el condicionamiento clásico, también llamado condicionamiento pavloviano y/o respondiente, es un tipo de aprendizaje asociativo que fue demostrado por primera vez por Pavlov, y corresponde al mecanismo por el cual una respuesta o conducta refleja o respondiente se presenta ante un estímulo, es decir, el organismo responde automáticamente ante dicho estímulo. Nosotros podemos ser condicionados de la misma forma (ej.: salivamos al pensar en un plato que nos gusta mucho). En este sentido, cabe distinguir entre respuestas incondicionadas (naturales o no aprendidas -ej.: la pupila se contrae o se dilata según la cantidad de luz que entre en el ojo; el cuerpo suda cuando la temperatura exterior aumenta-) o condicionadas (aprendidas -ej.: si nos bañamos en el mar y casi nos ahogamos, podemos reaccionar con miedo la próxima vez que veamos el mar-). En relación a esto último, Pavlov descubrió que la conducta se puede condicionar. De hecho, el condicionamiento respondiente se aprende y manifiesta fácilmente (gran parte de la publicidad se basa en este mecanismo de aprendizaje). A continuación dejo un vídeo (en inglés) que ilustra de una manera muy sencilla todo lo explicado aquí. Espero que resulte de vuestro interés.




No hay comentarios:

Publicar un comentario