Ivan Pavlov fue un famoso científico ruso que ganó el premio Nobel de
fisiología y medicina. Como se podrá deducir, la psicología no era una rama que
despertara mucho su interés, pero sus aportaciones fueron clave para esta
disciplina. Sobre todo es conocido por formular la ley del reflejo condicional
que, por un error en la traducción de su obra al inglés, fue llamada “ley del
reflejo condicionado” (la cual desarrolló entre 1890 y 1900). Las observaciones
originales de Pavlov eran simples: si se ponen alimentos en la boca de perros
hambrientos, éstos empiezan a segregar saliva procedente de determinadas
glándulas (lo que llamó el “reflejo de salivación”). Sin embargo, observaron
que los animales que utilizaban en sus experimentos también salivaban cuando la
comida todavía no había llegado a la boca, esto es, cuando la comida era
simplemente vista u olida, obteniéndose una respuesta semejante. Incluso
observaron que la salivación de los perros se producía ante la presencia de los
propios experimentadores y luego determinaron que podía ser resultado de una actividad
psicológica. Entonces
realizó el conocido experimento consistente en hacer sonar un metrónomo justo
antes de alimentar a a los perros, de manera que, tras varios ensayos
repetidos, comprobaron que los perros comenzaban a salivar nada más presentarse
el estímulo (que previamente era neutro y que pasó a ser condicionado). En
conclusión, el perro salivaba ante la mera presencia del estímulo que
sistemáticamente anunciara la comida. Dicho de otra forma, Pavlov fue emparejando
estímulos inicialmente neutros (pues además del metrónomo utilizó otros
estímulos como una campana, música, luces, etc.) con la llegada de la comida.
Teniendo en cuenta que los perros salivan de forma natural al entrar en
contacto con el alimento, Pavlov comprobó que después de mostrar algunas veces
el alimento asociado al estímulo neutro, el perro salivaba cuando éste se
presentaba, a pesar de no ver ni oler el alimento. En definitiva, el perro
había sido condicionado de tal forma que ahora respondía a un estímulo que
antes no provocaba en él dicha respuesta. Esto llevó a Pavlov a desarrollar un
método experimental para estudiar la adquisición de nuevas asociaciones entre
estímulo-respuesta. Indudablemente, las que había observado en sus perros no
podían ser innatas o naturales de esta clase de animal, por lo que concluyó que
debían ser aprendidas (condicionadas).
Por lo
que el condicionamiento clásico, también llamado condicionamiento pavloviano
y/o respondiente, es un tipo de aprendizaje asociativo que fue demostrado por
primera vez por Pavlov, y corresponde al mecanismo por el cual una respuesta o
conducta refleja o respondiente se presenta ante un estímulo, es decir, el
organismo responde automáticamente ante dicho estímulo. Nosotros podemos ser
condicionados de la misma forma (ej.: salivamos al pensar en un plato que nos
gusta mucho). En este sentido, cabe distinguir entre respuestas incondicionadas
(naturales o no aprendidas -ej.: la pupila se contrae o se dilata según la
cantidad de luz que entre en el ojo; el cuerpo suda cuando la temperatura
exterior aumenta-) o condicionadas (aprendidas -ej.: si nos bañamos en el mar y
casi nos ahogamos, podemos reaccionar con miedo la próxima vez que veamos el
mar-). En relación a esto último, Pavlov descubrió que la conducta se puede
condicionar. De hecho, el condicionamiento respondiente se aprende y manifiesta
fácilmente (gran parte de la publicidad se basa en este mecanismo de
aprendizaje). A continuación dejo un vídeo (en inglés) que ilustra de una
manera muy sencilla todo lo explicado aquí. Espero que resulte de vuestro
interés.
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