Biodanza

Definición
Biodanza es un sistema de integración humana, renovación orgánica, reeducación afectiva y reaprendizaje de las funciones originarias de vida. Su metodología consiste en inducir vivencias integradoras por medio de la música,
del canto, del movimiento y de situaciones de encuentro en grupo.
Biodanza es un sistema de integración humana, renovación orgánica, reeducación afectiva y reaprendizaje de las funciones originarias de vida. Su metodología consiste en inducir vivencias integradoras por medio de la música,
del canto, del movimiento y de situaciones de encuentro en grupo.
El significado de los términos 
usados en esta definición está descrito aquí en forma más explícita para su 
mejor comprensión.
INTEGRACION HUMANA
En Biodanza el proceso de integración actúa mediante la estimulación de las funciones primordiales de la conexión con la vida, que permite cada individuo integrarse a si mismo, a la especie y al universo.
En Biodanza el proceso de integración actúa mediante la estimulación de las funciones primordiales de la conexión con la vida, que permite cada individuo integrarse a si mismo, a la especie y al universo.
RENOVACION ORGANICA 
Es la acción sobre la autorregulación orgánica, inducida principalmente mediante estados especiales de trance que activan procesos de reparación celular y regulación global de las funciones biológicas, disminuyendo los factores de desorganización y stress.
Es la acción sobre la autorregulación orgánica, inducida principalmente mediante estados especiales de trance que activan procesos de reparación celular y regulación global de las funciones biológicas, disminuyendo los factores de desorganización y stress.
REEDUCACION AFECTIVA
Es la capacidad de establecer vínculos con la otras personas.
Es la capacidad de establecer vínculos con la otras personas.
REAPRENDIZAJE DE LAS FUNCIONES 
ORIGINARIAS DE VIDA 
Es aprender a vivir a partir de los instintos. El instinto es una conducta innata, hereditaria, que no requiere aprendizaje y se manifiesta mediante estímulos específicos, tienen por objetivo conservar la vida y permitir su evolución.
Es aprender a vivir a partir de los instintos. El instinto es una conducta innata, hereditaria, que no requiere aprendizaje y se manifiesta mediante estímulos específicos, tienen por objetivo conservar la vida y permitir su evolución.
Los instintos representan la naturaleza en 
nosotros, y sensibilizarse a ellos significa reestablecer la ligación entre 
naturaleza y cultura. 
VIVENCIAS 
INTEGRADORAS
Es una experiencia vivida con gran 
intensidad en el aquí-ahora y con calidad ontológica (se proyecta sobre toda la 
existencia). Las vivencias en Biodanza son integradoras por que tienen un efecto 
armonizador en si mismas. 
Las vivencias en Biodanza están 
orientadas para estimular los potenciales de vitalidad, sexualidad, creatividad, 
afectividad y trascendencia, denominados Líneas de Vivencia.
Los siete poderes de biodanza 
El éxito pedagógico y terapéutico de Biodanza se debe a sus efectos sobre el organismo como totalidad y a su poder de rehabilitación existencial, y son los siguientes:
El éxito pedagógico y terapéutico de Biodanza se debe a sus efectos sobre el organismo como totalidad y a su poder de rehabilitación existencial, y son los siguientes:
1. Poder musical, 
2. Poder de la danza integradora,
3. Poder de la metodología vivencial,
4. Poder de la caricia,
5. Poder del trance,
6. Poder de la expansión de conciencia,
7. Poder del grupo.
2. Poder de la danza integradora,
3. Poder de la metodología vivencial,
4. Poder de la caricia,
5. Poder del trance,
6. Poder de la expansión de conciencia,
7. Poder del grupo.
Cada uno de ellos tiene, por sí mismos, un 
efecto transformador. Relacionados en un conjunto coherente, mediante un modelo 
teórico científico, constituyen un haz de ecofactores de extraordinarios 
efectos, capaces de influir incluso en las líneas de programación 
genética.
1. Poder musical: 
Orfeo inauguró míticamente en Occidente el 
“poder musical”. Mediante la música integradora, con la lira de Apolo, era capaz 
de influir en las leyes de la naturaleza y en los misteriosos patrones que 
organizan la vida. Bajo el influjo de su música, Orfeo podía hacer florecer los 
árboles en invierno y calmar a los animales salvajes.
Desde tiempos inmemoriales, el poder musical 
es conocido en Japón, China y otros países Orientales. El empleo de la música 
por chamanes, monjes tibetanos y danzarines sufíes para invocar las fuerzas de 
curación y vínculo cósmico, también es muy conocido por los 
antropólogos.
Actualmente la investigación científica en 
Músicoterapia y en Psicología de la Música confirma la eficacia del poder 
musical. Basta mencionar a Alfred Tomatis, Don Campbell, Yehudi Menuhim y Michel 
Imberty para comprender que la música no sólo se vincula con las áreas 
perceptivas de la sensibilidad y de la innovación, sino que posee poderes de 
transformación sobre plantas, animales y, en especial, sobre los seres 
humanos.
Alfred Tomatis nos enseña que “escuchar el 
universo” abre la percepción en todas sus dimensiones y restablece los vínculos 
esenciales con el medio ambiente y con las personas.
Don Campbell ha descubierto algunos efectos 
específicos de ciertas músicas de Mozart, capaces de estimular funciones 
cognitivas y perceptivas. El “Efecto Mozart” puede extrapolarse también al 
“Efecto Vivaldi”, “Efecto Bach” o al “Efecto Debussy”.
Yehudi Menuhim ha estudiado las relaciones 
entre música y neurociencias, comprobando los efectos de la música en las 
funciones neurofisiológicas y en el comportamiento de los niños.
Michel Imberty, uno de los mayores 
especialistas en semántica musical, ha hecho el análisis de diversos temas 
musicales y sus significados emocionales.
Investigaciones sobre semántica musical han 
sido realizadas por Gundlach (1935), Hevner (1936), Campbell (1942) y Watson 
(1942). Muchos otros investigadores actuales han comprobado los efectos de la 
música sobre organismos vivos.
En Biodanza, la música es rigurosamente 
seleccionada para estimular los ecofactores relacionados con las cinco líneas de 
vivencia.
Denominamos “música orgánica” aquellas que 
presentan atributos biológicos: fluidez, armonía, ritmo, tono, unidad de sentido 
y efectos cenestésicos; éstas tienen el poder de inducir vivencias 
integradoras.
Debido a que la música puede despertar 
vivencias intensas, su selección en Biodanza obedece a criterios semánticos, es 
decir a sus significaciones temáticas, emocionales y vivenciales. La música 
puede despertar emociones sentimentales eróticas, eufóricas, nostálgicas, etc., 
las cuales, al ser danzadas, se transforman en vivencias.
2. Poder de la danza integradora: 
Biodanza posee un repertorio de alrededor de 
250 ejercicios y danzas cuya finalidad es activar los movimientos humanos en 
forma armónica e integradora; no existen movimientos disociativos en Biodanza. 
Contamos con un conjunto de ejercicios de integración sensorio-motora, 
afectivo-motora y de sensibilidad cenestésica; otro conjunto de ejercicios está 
formado por danzas sencillas que estimulan las vivencias de vitalidad, 
sexualidad, creatividad, afectividad y trascendencia.
Durante la práctica de Biodanza la música se 
transforma en movimiento corporal, es decir que “se encarna”, y el bailarín 
entra en vivencia. De la combinación música-movimiento-vivencia se desencadenan 
cambios sutiles en los sistemas límbico-hipotalámico, neurovegetativo, 
inmunológico y en los neurotransmisores.
Todas estas danzas son ecofactores de gran 
poder de deflagración vivencial, se potencian recíprocamente y su efecto es la 
homeostais de las funciones orgánicas, la regulación del sistema 
integrador-adaptativo-límbico-hipotalámico y la elevación de la calidad de vida 
en el sentido de la plenitud y goce de vivir.
3. Metodología vivencial: 
La metodología de Biodanza se orienta a la 
deflagración de vivencias integradoras, capaces de superar las disociaciones que 
induce nuestra cultura.
Actualmente un gran número de personas viven 
estados de disociación psicosomática. Piensan en algo, sienten en forma 
diferente y actúan de modo disociado respecto a lo que sienten. La unidad de 
nuestra existencia está en permanente crisis. Es a través de las vivencias que 
se perfecciona la unidad neurofisiológica y existencial del ser 
humano.
La vivencia es la sensación intensa de estar 
vivo “aquí-ahora” y posee fuertes componentes cenestésicos y emocionales. Las 
vivencias tienen diferentes matices emocionales, tales como euforia, erotismo, 
ternura, paz interior, etc., esto contribuye a la expresión auténtica de la 
identidad.
La vivencia es diferente de la emoción. 
Emoción es una respuesta a estímulos externos y desaparece cuando éstos cesan. 
La vivencia es una experiencia que abarca la existencia completa, posee efectos 
profundos y duraderos donde participa el organismo como totalidad e induce el 
sentimiento de estar vivo, trascendiendo el ego. Es una experiencia 
“aquí-ahora”.
El despertar de vivencias, que nos permiten 
ser nosotros mismos, constituye una nueva epistemología. Nuestras intensas 
motivaciones instintivas y afectivas son inhibidas por patrones culturales. Las 
vivencias profundas que comprometen la unidad de nuestro psiquismo son las 
fuerzas originarias de la vida.
El abordaje racional de nuestros conflictos 
no resuelve a fondo las perturbaciones disociativas; tener conciencia de 
nuestros conflictos no modifica el comportamiento. Es la vivencia de estar vivo, 
la percepción cenestésica de nuestro cuerpo y, en suma, la posibilidad de “ser 
honestamente nosotros mismos” lo que permite una existencia integrada y 
saludable. Por este motivo no empleamos el análisis de conflictos, sino 
estimulamos la parte sana de nuestra identidad a través de vivencias intensas, 
“el instante es el único lugar donde se puede vivir”.
La metodología vivencial permite 
el proceso de integración. Biodanza es, por definición, un sistema de 
integración de potenciales humanos. Integración significa “coordinación de la 
actividad entre diversos sub-sistemas para alcanzar el funcionamiento armonioso 
de un sistema mayor”. La vivencia es el agente esencial de integración de la 
unidad funcional: “habitamos el aquí y ahora, en un tiempo cósmico”.
4. Poder deflagrador de la 
caricia:
“Biodanza es una poética del encuentro 
humano”…
La conexión con las personas es esencial en 
todo acto de rehabilitación o curación, no existe crecimiento solitario (las 
técnicas místicas o terapéuticas de carácter solipsista son una falacia). El 
contacto con otras personas es lo que permite el crecimiento.
La conexión verbal es insuficiente. Es 
necesario el contacto, la danza en pareja ó colectiva y el compromiso corporal 
dentro de un contexto sensible, sutil y en feed-back.
Sobre los efectos terapéuticos y pedagógicos 
de la caricia, actualmente existen múltiples investigaciones científicas. 
Centenares de autores han descubierto que el contacto valoriza y da continente 
afectivo a las personas. Sin embargo no basta el contacto, es necesaria la 
conexión, es decir que cualquier forma de vínculo físico esté movido por una 
fuerza afectiva sincera.
Existen fundamentos científicos de las 
terapias de contacto. Podemos mencionar, entre numerosos investigadores, los 
siguientes: S. F. Harlow, René Spitz, Rof Carballo, Lopez Ibor, Bowlby, 
etc.
La caricia, por lo tanto, no es solo 
contacto sino conexión. Las terapias que no tienen compromiso corporal son 
disociativas, ya que trabajan sólo a nivel de la conciencia y no en las 
vivencias significativas de amor y comunión.
La afectividad, núcleo central de todas las 
terapias, incluye: la conexión, la coparticipación, el “nosotros” de Martín 
Buber.
5. Poder del trance: 
El trance es un estado alterado de 
conciencia que implica la disminución del ego y regresión a lo primordial, a lo 
originario, en cierto modo a etapas perinatales. Se trata de un fenómeno de 
regresión a los estados iniciales de la existencia.
Los efectos del trance son de renovación 
biológica, porque durante este estado se reeditan las condiciones biológicas del 
comienzo del desarrollo humano (metabolismo más intenso y despertar de la 
percepción cenestésica) y las primeras necesidades de protección, nutrición y 
contacto.
Por esta razón, los ejercicios de trance en 
Biodanza permiten la reparentalización, es decir el “nacer de nuevo” dentro de 
un contexto de amor y cuidado. Muchos adultos llevan dentro de sí a un niño 
herido, un niño abandonado, sin amor. La reparentalización permite curarlo en 
ceremonias de trance y renacimiento.
Entre los recursos del Sistema Biodanza, 
contamos con el innovador método de “trance de suspensión”, que permite tener 
acceso al estado de trance en forma progresiva y de dulce abandono.
6. Poder de la expansión de 
conciencia: 
La expansión de conciencia es un estado de 
percepción ampliada que se caracteriza por restablecer el vínculo primordial con 
el universo. Su efecto subjetivo es un sentimiento intenso de unidad 
ontocosmológica y alegría trascendente.
Biodanza induce estados de expansión de 
conciencia mediante músicas, danzas y ceremonias de encuentro. Tener acceso a la 
“experiencia suprema” requiere una preparación previa y un nivel superior de 
integración y madurez. Los procedimientos que utilizamos para inducir cambios 
progresivos de estado de conciencia son:
- Ejercicios para ampliar la percepción de 
la naturaleza y de las personas a través de los cinco sentidos, 
- “Lectura del alma” mediante la percepción del rostro de los compañeros después del trance,
- Ejercicios de placer cenestésico para disminuir la intervención del ego,
- Ejercicios de fluidez lenta con abandono,
- Ejercicios de éxtasis e íntasis.
- “Lectura del alma” mediante la percepción del rostro de los compañeros después del trance,
- Ejercicios de placer cenestésico para disminuir la intervención del ego,
- Ejercicios de fluidez lenta con abandono,
- Ejercicios de éxtasis e íntasis.
Diversas técnicas psicoterapéuticas y de 
desarrollo interior utilizan drogas y “plantas mágicas” para inducir estados de 
expansión de conciencia, las propuestas de la psicoterapia transpersonal la 
buscan por otros medios.
El Dr. Albert Hofmann, creador del LSD-25 
(dietilamida del ácido lisérgico), ha propuesto una nueva forma de educación de 
la percepción y de la capacidad de empatía mediante la “experiencia enteógena”, 
en un contexto de intimidad con la vida. Esta propuesta es difícil de realizar 
debido a la ignorancia científica; la frivolidad de muchos autores -como Timothy 
Leary- ha desprestigiado la experiencia lisérgica, con lo cual la humanidad ha 
sido profundamente perjudicada.
En Biodanza no utilizamos drogas y 
preferimos activar los mecanismos de los neurotransmisores que existen 
normalmente en el organismo y que cumplen el mismo efecto de las drogas 
enteógenas. Después de vivir una “experiencia suprema” (estrictamente 
acompañado), se descubre un nuevo sentido de la vida y la elevación del vínculo 
con la naturaleza, con otras personas y consigo mismo. La transtasis (cambio 
súbito de transformación interior) consiste en la integración orgánica de la 
percepción, de la inteligencia abstracta y de la afectividad.
Biodanza induce estados de plenitud, y 
frecuentemente de éxtasis, a través de ejercicios de afectividad y 
trascendencia. Los estados de expansión de conciencia tienen un efecto 
perdurable respecto al sentido de la existencia y al modo de ser en el mundo, y 
consisten en un éxtasis por toda la creación, sus bosques, animales y en 
especial las personas.
La experiencia enteógena es “el despertar de 
lo divino en el hombre”. Tiene dos aspectos: 
a) Éxtasis (vínculo con el mundo externo y con las personas): La profundización de este estado puede conducir al éxtasis contemplativo con llanto frente a la belleza indescriptible de la realidad, unido a la pérdida del límite corporal e intenso placer. También puede producirse una profunda identificación con la esencia de una persona, causando una comprensión absoluta de ella y logrando sentir una emoción intensa de amor y fraternidad.
El estado de placer cenestésico es cuando una persona se abandona a “ser sí misma” y, de pronto, es un médium de la música, es decir que el “individuo es música”. Se produce cuando se danza con los ojos cerrados, en profunda sensibilidad, lenta y armónicamente.
a) Éxtasis (vínculo con el mundo externo y con las personas): La profundización de este estado puede conducir al éxtasis contemplativo con llanto frente a la belleza indescriptible de la realidad, unido a la pérdida del límite corporal e intenso placer. También puede producirse una profunda identificación con la esencia de una persona, causando una comprensión absoluta de ella y logrando sentir una emoción intensa de amor y fraternidad.
El estado de placer cenestésico es cuando una persona se abandona a “ser sí misma” y, de pronto, es un médium de la música, es decir que el “individuo es música”. Se produce cuando se danza con los ojos cerrados, en profunda sensibilidad, lenta y armónicamente.
b) Íntasis (vínculo consigo mismo): Es la 
súbita ampliación de conciencia unida a la vivencia emotiva de “estar vivo” por 
primera y única vez, concentrando todas las posibilidades del ser. Esta vivencia 
va acompañada de un sentimiento de belleza y plenitud. Es sentirse parte viva de 
una totalidad orgánica, unido a un sentimiento de eternidad (atemporalidad). La 
vivencia corporal es pulsante, con sensaciones de escalofrío y 
piloerección.
EXTASIS
- Armonía cenestésica
- Empatía
- Éxtasis musical
- Éxtasis amoroso
- Vivencia intrauterina
- Éxtasis altruista
- Vivencia oceánica
- Éxtasis contemplativo
- Iluminación
- Éxtasis cósmico
7. Poder del grupo: 
El grupo en Biodanza es una matriz de 
renacimiento que se integra a nivel afectivo y constituye un campo de 
interacciones muy intenso.
Biodanza no es un sistema solipsista ni de 
comunicación verbal. Su poder está en la inducción recíproca de vivencias entre 
los participantes del grupo. Las situaciones de encuentro tienen el poder de 
cambiar profundamente actitudes y formas de relacionamiento humano.
La forma de integración del grupo en 
Biodanza se diferencia radicalmente de la dinámica de grupo 
tradicional.
Prof. Rolando Toro 
Araneda
Entrevista a Rolando Toro.
International Biocentric Foundation 
IBF (International Biocentric Foundation) es una sociedad limitada que tiene su sede legal en Irlanda (7TH FLOOR, HUME HOUSE, BALLSBRIDGE, DUBLIN 4).
IBF (International Biocentric Foundation) es una sociedad limitada que tiene su sede legal en Irlanda (7TH FLOOR, HUME HOUSE, BALLSBRIDGE, DUBLIN 4).
La administración, contabilidad y asuntos 
legales está a cargo de la “Fiduciaria Colombo”, oficina de abogados con sede en 
Lugano, Suiza. (Viale San Salvatore 10, CH-6902 Paradiso (TI), Switzerland). El 
abogado responsable de IBF es el Sr. Carlo Guzzetti.
IBF además contrató abogados externos con el 
fin de agilizar los registros de marca de Biodanza en todo el mundo, éstos son 
la Sra. Caroline Dekeyser y el Sr. Norberto Barreiro, ambos especialistas en 
registros de marca.
La estructura administrativa designada en el 
estatuto legal de IBF es la siguiente:
- Presidente: Raúl Terrén.
- Consejo Directivo: Profs: Claudete Sant’Anna, Eliane Matuk Alberti, Giuseppe Scibetta, Marcelo Mur, María Verónica Toro, Ricardo Toro Durán, Rolando Toro Acuña y Sergio Cruz.
- Consejo Directivo: Profs: Claudete Sant’Anna, Eliane Matuk Alberti, Giuseppe Scibetta, Marcelo Mur, María Verónica Toro, Ricardo Toro Durán, Rolando Toro Acuña y Sergio Cruz.
El Consejo Directivo tiene carácter 
permanente y su función es tomar decisiones junto al Presidente para conservar 
el Sistema Biodanza (coordinar el funcionamiento de las escuelas de formación en 
Biodanza, otorgar diplomas a profesores titulados, autorizar realización de 
eventos, entre otros). 
- Asamblea Consultiva: Esta Asamblea está en 
organización, será constituída por directores de escuelas de formación en 
Biodanza y tendrá una estructura abierta. Su función consistirá en hacer llegar 
las necesidades de las escuelas al Consejo Directivo y establecer vínculos más 
estrechos con éste.
En este momento IBF está preocupada de 
registrar “Biodanza” en todos los países del mundo y conservarla en aquellos 
lugares donde había sido inscrita; actualmente está registrada en más de 
cuarenta países y en otros se está tramitando.
El modelo económico de IBF no está basado en 
el sistema de franquisia. Los profesores titulados por las escuelas de Biodanza 
son profesionales libres y las escuelas de formación tienen autonomía económica, 
no así metodológica para conservar la integridad del modelo.
Para formalizar estas condiciones, hemos 
elaborado un contrato que debe ser firmado por los directores de escuela e IBF. 
Este contrato establece las normativas que ambas partes deben respetar y 
establece además una cuota anual que las escuelas deben pagar a IBF (mil euros 
para escuelas de Europa, América del Norte y Japón y ochocientos euros para 
escuelas de América Latina). Esta cuota está destinada a gastos administrativos 
(correspondencia, diplomas, abogados, impuestos, etc.) y gastos por registro de 
marca.
Este es un modelo Biocéntrico (ya que no se 
basa en la economía neocapitalista) que brinda una máxima autonomía a profesores 
y directores, así cada miembro puede tener motivación y responsabilidad para 
llevar adelante exitosamente su profesión.
Estos antecedentes tienen por objeto 
informar a los miembros del movimiento de Biodanza sobre la sólida estructura 
jurídica de IBF, la cual es indispensable para mantener la continuidad e 
integridad del Sistema Biodanza en ausencia de su creador, el Profesor Rolando 
Toro Araneda.
La seguridad de protección jurídica que 
ofrece IBF, para proteger a los integrantes del Sistema Biodanza, es de absoluta 
responsabilidad y transparencia.
 
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